lunes, 31 de octubre de 2011

Vocación Docente

Creo fielmente que cuando se ama lo que se hace existen mayores probabilidades de ser feliz y hacer felices, de cierto modo, a aquellos quienes nos rodean. Comienzo de esta manera para hacer hincapié en uno de los aspectos más criticados de la labor docente: la vocación.

Si una persona se desempeña en cualquier ámbito profesional sin el deseo de hacerlo, no sólo se sentirá mal con ello sino que los resultados serán pésimos; en la docencia hace mucha falta la vocación para enseñar, pues la educación representa el principal medio no sólo de crecimiento e incorporación al mundo laboral, también representa el medio para desarrollar y aplicar nuestras máximas capacidades como seres humanos, miles de años de mediocridad e ignorancia son la principal prueba de las deficiencias que existen en la educación.

En muchas ocasiones he llegado a sentir desilusión y desesperanza hasta el grado de creer que es imposible cambiar nuestra realidad como mexicanos, pero inmediatamente caigo en la cuenta de que es posible, de que si podemos ser mejores; quizá no forzosamente científica y tecnológicamente, creo que debemos comenzar con formar buenos ciudadanos que sean capaces de interactuar armónicamente en sociedad, para después poder pedir más.

Ciertamente se trata de un trabajo conjunto, familia y escuela, pero es ésta última y específicamente los docentes quienes deben marcar la diferencia, ¿y cómo? Pues bien, se dice que predicar con el ejemplo puede ser una ley que nos rija, enseñar a nuestros jóvenes a ser unos buenos ciudadanos, a que descubran sus mayores potenciales, los exploten y los apliquen y a que se integren a la sociedad de una forma activa, productiva y crítica; son sólo algunos ejemplos.

Si comenzamos con un grupo de cincuenta alumnos, podremos hacerlo con otro y entonces serán cien, y si mis compañeros docentes en formación se sumaran a esta noble causa, entonces la cifra se multiplicaría y poco a poco lo estaríamos logrando. No me cabe duda de que la principal barrera no son los demás, ni la dificultad de trabajar con adolescentes, sino aquella que nosotros mismos anteponemos a nuestros objetivos.

Para tener vocación es preciso comenzar con tener fe, y no importa si en ocasiones dudamos, lo importante es retomar nuestros ideales… me gusta recordar lo que se dice por ahí: “fe que no duda es fe muerta.”

Fabiola Matadamas Sánchez (Docente en Formación)

Formación docente

Bueno a lo largo de estas prácticas la como docente en formación al inicio siempre es una incógnita por muchas razones no tienes experiencia, tu faceta de estudiante cambia a la del maestro al estar frente a los alumnos, la forma de dirigirte es otra, puesto que la seguridad es una de las bases en esta profesión. Hasta ahora mi experiencia trabajando con grupos ha sido de regular a buena, considero que he tenido errores y aciertos, pero siempre se ha tratado de sacar lo bueno de cada una de ellas. Lo importante de mi labor docente que he realizado dentro del aula, a partir del primer día en que uno se presenta a trabajar, en ese momento me di cuenta que lo que he estudiado en la escuela no era de mucha ayuda, es decir, la realidad en un aula es otra, tienes que estar preparado para lo que te vas encontrar no todo es color de rosa.

El primer grupo que me tocó atender fue primer grado, al entrar te creas muchas ideas, piensas que la mayoría de los alumnos son apáticos y con poco interés en aprender los contenidos, pero a la vez, como es el inicio de tu trabajo como docente es un reto que al menos yo me forme el poder hacer una práctica no buena pero si de acuerdo a mis alcances, lo que si me queda claro es que la experiencia que hasta ahorita llevo como docente ha sido genial y sobre todo muy rescatable, el encontrarte con distintas circunstancias en cada una de las instituciones educativas que he acudido a mi práctica docente si te hace darte cuenta de cuánto mucho o poco aportas.

En lo particular hoy me siento bien pues ahora ya practico con diferentes grados y por lo cual se me ha facilitado un poco mas puesto que me siento más seguro al presentarme algún salón, preparado con los materiales básicos, porque ya aprendí que a veces no se encuentran en el aula además, por lo tanto puedo decir que el maestro a través de su experiencia obtiene seguridad, mas conocimientos, aprende a crear un clima de confianza con sus alumnos y a interactuar para que aprendan mucho mejor los contenidos. También la experiencia se ve reflejada como consecuencia de sentirse seguro para enseñar y a la vez aceptar que también de los niños se aprende mucho es lo que me ha dejado hasta el momento mi experiencia como docente satisfacciones buenas y malas.

Julio Cesar Flores Huerta (Quinto Semestre de Español)

Innovar en la docencia

Mi experiencia más relevante en la actualidad la lleve a cabo durante esta primera jornada de trabajo que la realice en un Centro Escolar de la ciudad de Puebla, con el grupo segundo, inicio cuando la profesora y mis compañeras me comentaron que el grupo era muy apático y con un desorden incontrolable, la profesora me manifestó que la única forma de poder controlarlos era mediante lecturas individuales.

Cuando me presente ante grupo note que era efectivo se portaban muy desubicados del aula, mi impresión fue tanta que deje 5 min. Para poder preguntarles porque mostraban tal comportamiento al recibir esta pregunta en su mayoría comento que esto se debía porque tenían un mes que no pasaban de la pagina 16 porque era tanto leerla y leerla y que a ellos no les parecía esa manera de trabajar; a si que manifestaron que a ellos les agradaría trabajar y aprender cosas nuevas que fuera de su agrado y lo cual no lo avían llevado a la práctica. Por lo que decidí ponerles actividades que requiriera el interés de todos, esto fue cuando les platique que mi producto final me gustaría que fuera la realización de un juicio oral, el cual respondieron muy bien al trabajar y coordinarse como compañeros que son, la profesora al percatarse que el grupo respondió bien decidió pedirme una copia de mi planeación. Pero de esto aprendí algo muy importante que si queremos que los alumnos respondan a nuestro trabajo nosotros como futuros docentes debemos innovar cosas nuevas sin perder la opinión del alumno y la esencia que es para un aprendizaje significativo.

Alejandra Juárez Morales (5to semestre. Lic. Educación Secundaria)

Dificultades técnicas

A lo largo de este tiempo he adquirido ciertas fortalezas en cuanto a mi experiencia docente, gracias a los diversos desafíos a los que me he enfrentado durante mis jornadas de Observación y Práctica Docente.

Uno de ellos y la más común por decirlo así, ha sido sobre los problemas que surgen a través del mal funcionamiento que presentan los equipos de cómputo (cañón de proyección y laptops) que presta la escuela de práctica, estos problemas ocasionan que no se de una clase al cien por ciento debido a que ya se tiene planeada la sesión y de bunas a primeras, el equipo no funciona y arruina tu práctica, pues ya no sabes que hacer en ese preciso momento.

Al presenciar este tipo de problemáticas, he optado por preparar material didáctico extra, en el que pueda apoyarme a continuar explicando mi tema, es decir crear técnicas de estudio que ayuden a comprender mejor el tema para los alumnos y que a mí me sea más fácil explicarlo. Dentro de estas técnicas de estudio están: mapas, cuadros, tablas, graficas e ideas principales.

Por eso es bueno conocer muy bien tu tema, estudiarlo, analizarlo y comprenderlo, para poder explicarlo, pues si surgen ciertos problemas ya es fácil saber qué hacer y qué decir para poder continuar con la clase.

Es así que, por lo general me gusta preparar material didáctico use o no use el equipo de cómputo, ya que el material didáctico es una exente herramienta de apoyo para el docente y una gran fuente de motivación e interés para el alumno.

Adriana Tecotl Cotzomi

5° semestre españolDificul

Diferencia entre escuelas

Los alumnos del 1° grado de primera escuela secundaria que conocí, se caracterizan por tener una actitud colaboradora y participativa, cuando trabaje con ellos en mi primera práctica los hice parte de mi formación académica, pero erróneamente me funde una idea de que todos los chicos eran tan participativos y colaboradores como alumnos.

Las actitudes por parte de ellos me dieron una gran razón para seguir adelante y saber que aun que esta no es la carrera de mi total satisfacción sabría llevarla a cabo.

Qué gran discrepancia hallé, al trabajar en otra secundaría donde los chicos ahí me hicieron saber que la diversidad siempre se impone y que ningún alumno es igual a otro en ninguna zona, ellos lograron que pusiera en tela de juicio mi practica.

Llegue a cuestionar mi trabajo y la forma de dar la clase, pero al ver que la titular de la materia y el contexto no auxiliaban las clases entendí que no era yo, sino a los chicos a quienes no les interesaba su aprendizaje ni el colaborar y mucho menos participar en mi practica.

Me hubiese encantado trabajar nuevamente con los chicos de la primera secundaria, porque de verdad son chicos que a pesar de sus inquietudes saben respetar y apoyar a una docente en formación.

Es excelente encontrarlos en la calle o por donde vivo y nos emociona el vernos.

Es complejo entender que uno como docente jamás debe de formarse prejuicios ante un grupo de alumnos pues nunca será igual el área de de trabajo y obviamente los alumnos y sus actitudes son diversas. (Mariela Rivera Palacios- Instituto Jaime Torres Bodet- Español)


Inicio hacia la docencia

Durante mi práctica docente, que realice con un grupo de segundo de secundaria pude percatarme de varios aspectos muy importantes que se fueron dando durante las sesiones de clase; también puedo decir que en cada jornada de práctica que realizo voy adquiriendo nuevas experiencias así como también desarrollo mis habilidades como docente en formación, y como primer aspecto que voy dominando es el control del grupo ya que como me lo ha mencionado mi titular que teniendo el control del grupo puedo hacer que los estudiantes tengan un comportamiento adecuado dentro del salón de clases, implementando varias dinámicas de grupo para que todos pudieran participar acerca del tema abordado, observando que esto género un ambiente agradable de trabajo ya que esto es muy importante puesto que el clima del salón de clase debe ser cordial y sobre todo sin que se pierda el respeto. Así como también note que la mayoría de los estudiantes participan constantemente

En las sesiones de clase, pues me encontré con un grupo que sí les gusto trabajar en clases, sin embargo las actividades que se organizan en equipo lo hicieron adecuadamente.

Zaira Calixto García (Licenciatura en educación secundaria- 5to. semestre)

El contexto social de los alumnos

Mi experiencia en la escuela fue grata ya que son muy pocos alumnos y por esta razón se pensaría que es más la interacción con ellos y que mostrarían una buena actitud en el salón de clase pero lamentablemente no es así y los principales motivos son, drogadicción, trabajo, fracaso escolar, familias disfuncionales, pandillerismo. Estos problemas son los mas comunes en la institución eso ocasiona que la relación sea cordial en algunas ocasiones gracias al apoyo de los docentes y que han logrado mantener un buen ambiente de control por que los profesores ponen reglas y limites ellos consideran que las condiciones forman un equilibrio en la conducta y la comunicación todo esto con el fin propiciar su confianza y respeto.

Lo antes mencionado apoya en la participación en clase por que realizan aportaciones de valor en la mayoría de las ocasiones son coherentes en sus participaciones orales. Todo esto ocasiono que en la primera sesión se mantuviera el trabajo pero todo cambio cuando se establecieron ciertos acuerdos eso les agrado porque se les tomo en consideración. Lamentablemente no están familiarizados con los acuerdos y con el ser tomados en cuenta por los motivos ya antes mencionados imposición de reglas, pero después de mostrar les que nos interesa que aprendan, se vuelven mas cooperativos el trabajo individual es el mas común y en salones con problemas como estos se debe ser muy cauteloso con las actividades colectivas y para mi el trabajo individual y en equipo fue una buena elección por que logre que prestaran mas atención y que no se distrajeran ya que en el trabajo en equipo todos participaron ya que se les facilita el trabajo con sus compañeros.

Seria difícil especificar lo que ocurría en cada espacio de las clases impartidas, por ello detallare de forma breve lo que ocurrió dentro de los grupos1º 2º 3º “A” grupo con los que trabaje; en la mayor parte del tiempo los alumnos trabajaban dentro del aula, fue afortunado ver que se estimulan mucho actividades en las que se realicen dinámicas o ejercicios en los cuales se diviertan y aprendan, al mismo tiempo coincido en que el tiempo no siempre es suficiente, pero con organización será posible salir del método de enseñanza tradicionalista. El único espacio donde trabajaban fuera del aula era durante la clase español porque realizaron encuestas he investigaciones para que las clases no sean aburridas.

El uso del libro de texto es el adecuado ya que tiene días asignados para llevar lo, están acostumbrados a que se les proporcione información extra y no basan todo su conocimiento en el libro por esta razón solo se puso una actividad relacionada con el libro en toda la jornada de practica y me percate de que la información fuera la adecuada y además que tuviera relación con el tema que se estaba abordando.

Después de haber realizado los diversos trabajos en clase se procede a la revisión.La revisión de la tarea se realiza cuando la profesora indica, se revisa que tengan los puntos que ella pidió para la realización de la tarea en cuestión se califican las firmas y se les enumera en trabajos y tareas. El cuaderno refleja si el alumno realiza anotaciones en clase ya que estas le servirán en un futuro para consulta y estudio, también se observa si tiene buena ortografía y letra si ha mejorado o para detectar sus deficiencias. Tienen divido este en cuatro apartados: resumen, ejercicios, reportes, caligrafía. En cada apartado tienen bastante información considero que es buena idea ya que la información que contienen es muy significativa

Porque se nota que revisa que contengan la información necesaria y se percata de la ortografía y caligrafía al igual que la información. Finalmente casi todos los alumnos se esmeran en escribir cosas significativas y que le puedan servir en un futuro.

Yaneth Solís Contreras (Docente en formación- IJTB)

jueves, 27 de octubre de 2011

Un reto que nunca termina

En lo que transcurre de mi formación docente he obtenido diferentes experiencias, las cuales resultan agradables y sobre todo inolvidables, el interactuar con jóvenes de entre 12 y 15 años es un verdadero reto ya que existe una extensa diversidad cultural entre estos chicos, me he percatado de que en cada contexto las características de la comunidad escolar variaran ya que la misma sociedad con la cual se interactúa permite estos cambios culturales en el ambiente escolar, no dejo de lado las actitudes que presenta el alumnado ya que se encuentran propensos a diversos cambios tanto físicos como intelectuales.

El trabajo frente a un grupo de clases es al parecer muy sencillo, pero cuando te inmiscuyes verdaderamente en tu trabajo y con tus alumnos resulta muy complejo, ya que como docente en formación debes cubrir ciertos campos que repercuten en el trabajo que tu realices durante tus practicas, porque el pararse frente a un grupo no solo implica llevar un conocimiento a tus alumnos, si no que implica el comprometerse con ellos y apoyarlos en cada una de las problemáticas que se les presenten, implica guiarlos, y comprenderlos, porque solo así podrás lograr que estos obtengan un aprendizaje significativo, que probablemente sea de ayuda en su vida cotidiana.

Para poder decir que he cumplido con mi labor frente a un grupo hace falta el interactuar con los alumnos, observar su forma de trabajo e implementar didácticas que sirvan de motivación a los alumnos, con todo esto podemos evaluar el desempeño de los mismos y darnos cuenta si los conocimientos que impartimos fueron adquiridos.

La primer practica que realice fue una experiencia muy motivadora ya que creo haber dejado huella en mis alumnos, me enorgullezco de mi desempeño frente al grupo y no solo por alagarme, si no que el trabajo que realice fue evaluado por mi titular e incluso por diferentes docentes que trabajaron con mi grupo de práctica, ellos manifestaron diversas opiniones y felicitaron mi desempeño, ya que no solo fue el ir y dar una clase, si no que fue el interactuar de forma directa con los alumnos brindándoles apoyo en las diversas problemáticas que se les presentaban en vinculación con otras materias.

A comparación de mi tercer practica puedo decir que encontré mayores retos, ya que el contexto en el cual se ubicaba mi escuela de práctica fue muy diferente, en el encontré como principal problemática las actitudes de mis alumnos, el contexto cambio mucho y fue todo lo contrario a mi primer practica, en esta escuela el ambiente de trabajo fue muy pesado, tuve que cambiar las estrategias de trabajo que ya tenía planeadas.

Los alumnos suelen mostrar ciertas características de pandillerismo, su carácter es muy fuerte y esto no permitió que realizara mis practicas con éxito, el apoyo de la docente frente a grupo fue muy poco y mi carácter se vio afectado por el nerviosismo al no saber cómo tratar a los alumnos ya que en comparación con los alumnos que anteriormente trabaje, estos me fueron muy difíciles de controlar, por tal motivo tuve que observar detenidamente a quienes me podían facilitar el trabajo dentro del grupo apoyándome de ellos y tratando de obtener su confianza por lo que cambie el carácter que mostré al principio de mi practica por uno más estricto, ya que solo así pude trabajar con los alumnos en cuestión.

Durante esta práctica experimente nuevos retos ya que fue algo que no me esperaba, pero con todo esto debo darme cuenta que existe una vasta cantidad de conductas en cuanto a adolescentes se refiere, por los mismo creo que es muy útil recordar durante las prácticas cada una de las estrategias vistas como teoría en el aula de clases.

BRENDA COYOTE ARIZA (Docente en formación- Instituto Jaime Torres Bodet, Especialidad: Español.)

PROCESO TRASCENDENTE

Antes de comenzar la práctica docente en las secundarias hay un momento proactivo es decir, la consideración de las características grupales e individuales de los alumnos, una definición de los objetivos que se pretenden, la secuencia de los contenidos, una adecuada preparación de estrategias, recursos didácticos que ayuden a estimular la motivación del aprendizaje y la selección de instrumentos con relevancia en los contenidos y sobre todo una evaluación para verificar el aprendizaje significativo en el alumno.

Durante la estancia en la escuela secundaria he tenido un proceso integral permitiendo conocer las problemáticas que se presentan, ya que en un futuro conllevan a posibles soluciones, y dar propuestas para mejorar el trabajo docente, por ejemplo una de mis dificultades era la inseguridad que surgía al estar frente a los grupos, sin embargo con la práctica y el conocimiento de los contenidos, y la realización de una buena planeación te da la confianza para descartar dificultades.

El diseño de una buena planeación te da la pauta para que surja un aprendizaje significativo, sin embargo en lo personal considero que es un requisito fundamental y lo llamo “ inicio” para después aplicar y verificar cada punto que se redacta en ella, otro mayor logro es el desarrollo en funcionalidad de hacer alumnos críticos y reflexivos, en ocasiones promover lo antes mencionado es una dificultad a causa de que se presentan conflictos puesto que la interacción con los alumnos no es la adecuada, la falta de recursos didácticos y en otros parámetros la organización y la forma de trabajo que tiene con el tutor de grupo.

Un elemento principal es la intervención de los tutores al término de la práctica, permitiendo hacer una reflexión sobre el trabajo de aplicación en las sesiones de trabajo, analizando los resultados obtenidos y los posibles cambios a realizar para mejorar el compromiso docente.

Es importante mencionar que todo los aspectos antes mencionados no garantizan un buen resultado de la practica ya que en ocasiones dependerá sobre todo en el buen manejo de los contenidos, y otro factor trascendente es la formación y las características personales que tiene cada docente en formación, el ánimo y la motivación que se ejerce en los alumnos, sin duda alguna cada practica es una experiencia que permite diseñar nuevas formas de trabajo.

Fatima Martínez Mora (Estudiante de la Licenciatura en educación secundaria, español)

¡Mi ánimo! por las calles de la amargura.


Al iniciar la clase estaba nerviosa por la reacción de los chicos al ser un grupo numeroso puesto que solo había practicado con grupos de 20 a 22 alumnos, de todo esto surgen actitudes un tanto agradables como desagradables para algunos.

El 2 “A” es un grupo de 45 alumnos en los cuales son muy participativos en general es muy factible para trabajar con ellos, solo que en ocasiones se muestran cansados por lo regular en las últimas horas. Esto se refleja en la clase con la participación y su comportamiento reflejando como: “un felicidades ¡ya piensas!, chascarrillos cuando se equivocan, etc.”

A lo que se refiere a la participación depende del tema por ejemplo: cuando aborde el tema de biografía y autobiografía fue una clase muy buena pero cuando empezamos a analizar los modificadores del sujeto y predicado fue el cambio tan drástico, se mostraron un tanto apáticos ante la temática.

Empecé a presentar el tema con unas preguntas generadoras como: ¿Cuáles eran los modificadores del sujeto y predicado?, ¿Qué son los adjetivos?, ¿Cuál es el núcleo del sujeto?, etc., posteriormente realizaron algunos ejercicios en el pizarrón, les di material con las características para que se pudieran apoyar al resolver los ejercicios. Cuando los resolvíamos en la pizarra participaba la gran mayoría de una manera favorable pero cuando ellos realizaban oraciones de forma individual no las efectuaban puesto que empezaban a platicar o simplemente se mostraban apáticos, sin ningún interés por acatar la orden.

En cuanto a la evaluación salieron pésimos en el examen, los resultados fueron tan malos que me bajaron la moral pensando que la culpa recaía en mi por no saber explicar bien la temática pero pues creo que hice todo lo que pude puesto que no sabían identificar varias cosas entre ellos: el sustantivo, adjetivo calificativo, núcleo del predicado, sujeto, adverbios, etc., esto impidió el logro total de la temática pero sin duda esta jornada fue única en su totalidad.

Veronica Mancilla Cuateco (Estudiante Normalista)

La temida primera práctica docente

El tiempo pasa rápido, pues ha transcurrido un año de que tuve mi primera aparición frente al grupo, una experiencia definitivamente satisfactoria pero que en su momento implico una serie de sentimientos difíciles de controlar, los nervios estuvieron intensos durante la semana a la espera de que el tan anhelado día llegara.

Por fin llego el miércoles, me arme de valor y procure controlar ese nerviosismo rico pero que no dejaba de hacerme titubear por momentos, segura de mi me presente ante el grupo y para mi sorpresa por motivo de un desfile mis alumnos se tuvieron que ir a su ensayo por lo que solo trabaje con ocho alumnos, no puedo negar que sentí un gran alivio al principio, estaba mas que segura de que facilitaría mi clase, si embargo después sentí frustración pues no podría probarme que tan eficiente seria mi trabajo. Deje a un lado todos esos pensamientos y me dedique a dar mi clase procurando adecuar mis actividades, todo salía bien poco a poco me fui acoplando a los alumnos, admirándome de su participación, colaboración y entusiasmo comencé a sentir un ambiente de confianza, hasta que un alumno menciono “Maestra, esta nerviosa”, fue un momento de tensión pero me calme y respondí con un “no”, aunque dudo que me haya creído, pues mi cara decía otra cosa, sin embargo no deje que desalentara mi trabajo, el tiempo se paso rápido y cuando lo note mi tiempo había terminado.

Definitivamente esta experiencia fue grata quede muy satisfecha con mi trabajo, mis alumnos fueron quienes hicieron de esto algo inolvidable pues sin su apoyo esto n o hubiera sido posible.

Virginia Chávez Contreras (Especialidad en español- estudiante de 5to. semestre)


Iniciación a la docencia

En las cinco jornadas realizadas por la materia de Observación y Práctica Docente, tuve la oportunidad en trabajar con tres secundarias.

En la que me involucre mas fue en una de ellas, en la cual los adolescentes y titulares apoyaron en todo momento sin objeción alguna, los niños tenían confianza e interés a pesar de tener un grupo inquieto en todas las clases. Cabe decir que estuve tres jornadas de práctica en la escuela, fueron los de segundo año quienes se implicaron en la forma de trabajo que realicé.

Al inicio no me conocían del todo bien pero al paso de tres días tomaron la seguridad de acercarse a mí. En la primera jornada, al inicio de los días ellos se mostraban serios y quietos como unos angelitos, de hecho yo me encontraba enfermo por lo que también no realizaban tanto escándalo, poco a poco suscitaron sus burlas y preguntas en cualquier cosa de la clase.

Su calificación de semana se vio reflejada en su actitud en la clase. Sin embargo la siguiente jornada de práctica, ellos iniciaron a participar y decir sus dudas, me sorprendió que el grupo conformado por cincuenta y tres alumnos se organizaran para hacer la obra de teatro presentándoles el guion conformado por los actos y escenas; cabe mencionar que se emocionaron que competirían con el otro segundo, digamos su archirrival, en esa semana se vio lo que fue “El guión teatral”, ellos se organizaron un día antes de la presentación de la obra diciéndome que corrieron al otro grupo por qué no hacían nada ellos si practicaron y se organizaron para el vestuario, escenario y staff, como también fue la participación constante en la actuación de un alumno en la que siempre preguntaba sin razón y no realizaba tarea, comprendió que no es fácil hacer comprender a los alumnos porque es importante estudiar, con gran utilidad motivo a sus demás compañeros a su actuación en la obra.

También me encontré casos en la que una alumna pasaba por momentos difíciles en su familia y la afectaba en su persona, me di a la tarea de orientarla y hacerla comprender de lo que estaba pasando no es por su culpa, animándola a seguir estudiando y que contaba con un amigo, siendo fuera lo académico le brinde el apoyo que ella requería en esos momentos.

Lisandro Gil Merino (Estudiante de la Licenciatura en educación secundaria-IJTB)

Confirmando mi vocación

Mi primera práctica docente ya estando en la especialidad de español es muy significativa para mí, ya que salía de una situación muy difícil y por otro lado me encontraba cursando la especialidad que yo quería desde un principio. Me encontraba confuso, nervioso, pero otra parte de mi me decía que yo podía por que era lo que anhelaba hacer. Estar minutos antes de la práctica y el saber que iba hacer observado por mi maestra de la Normal. hacia que las emociones se incrementaran, aunque ya había practicado pero el estar en otra especialidad hacia que esto fuera diferente para mi, pero ya estando en la aula me concentre en lo que tenia que hacer y como en ocasiones anteriores dentro de toda esta esfera de emociones me sentí tranquilo y todo fluyo de la mejor manera concentrándome en lo que tenia que hacer, la respuesta por parte de los alumnos fue positiva, hubo detalles como en toda práctica pero estas las he tratado d mejorar día con día.

Al término de la sesión los comentarios por parte de la titular de la asignatura fueron muy buenos así como las observaciones que me hizo la profesora asesora. Esto me confirmo mi vocación y que a pesar de todo fue la mejor decisión que pude haber tomado.

Giovanni Neri Padilla (Docente en formación- Instituto Jaime Torres Bodet)

Mi grupo de primero


La experiencia que he obtenido durante mis prácticas docentes ha sido muy grata y favorable, es decir que me ha servido mucho a desenvolverme y a quitar el temor a equivocarme y sobre todo a aprender de mis errores para que más adelante no vuelva a cometerlos y logre en los alumnos un aprendizaje significativo.

Me atrevo a decir que en este corto tiempo la mejor experiencia ha sido con un grupo de 1 año, porque logre en ellos la participación y sobre todo la confianza para poder expresarse sin temor ha burlas de sus compañeros y algo que es muy importante para mi y para lograr los propósitos que me he propuesto ha sido la buena comunicación e interacción que he tenido con mis alumnos.

Puedo decir que un punto muy importante para lograr en el alumno la atracción hacia la clase son las estrategias que se utilicen en cuanto a la enseñanza, cabe mencionar que yo soy una de las personas que me gusta hacer mucho material didáctico porque creo que resulta ser más llamativo y más entendible para una mejor comprensión en el alumno. Esta estrategia me ha funcionado mucho en ellos, porque resulta ser algo novedoso y he logrado captar su interés y sobre todo motivar su participación.

Las dinámicas que por lo regular abordo son las representaciones porque creo que en ella pueden expresarse de diferentes maneras, ahí me puedo percatar de cómo ponen en práctica los conocimientos ya adquiridos y la forma de expresión tanto oral como escrita que en lo personal es algo que he notado que a los alumnos les cuesta un poco de trabajo llevarlos acabo.

Llego a la conclusión de que la práctica docente es una forma de ir mejorando día a día para llegar hacer un profesionalita de la materia y sobre todo considerar que en nuestras manos esta que los jóvenes sigan preparándose para una mejor vida futura y sobre todo crear en ellos un aprendizaje significativo y desarrollar las habilidades y actitudes necesarias para un mejor desempeño educativo y social.

ANA KAREN BAUTISTA TORRES- Instituto Jaime Torres Bodet

PRACTICANDO EN MI CUMPLEAÑOS

Todo comenzó con el inicio de Junio en una fecha especial para mí, mi cumpleaños. Durante ese periodo estábamos en jornada de práctica (de hecho era el último día) y como todo buen docente responsable me dirigía puntual hacía la escuela sin saber lo que me depararía el destino.

Llegué allí sintiéndome raro, siempre había pasado mi cumpleaños en la escuela rodeado de mis amigos y ¿por qué no? a la espera de recibir un regalo de una persona especial. Pensando en ello me dirigí al salón correspondiente a la primera hora y comencé mi clase a la expectativa de los alumnos que notaban una alegría especial en mí preguntándome los motivos, yo no les conté nada y seguí abordando mi tema que era la carta formal. Termino la clase y me dirigí al siguiente grupo al cambio de hora en mi papel de practicante de tiempo completo. En este salón había alumnos que se enteraron de mi cumpleaños vía facebook y me dieron un abrazo muy discreto. Ya en clase, creo que el mejor regalo de su parte era que me entregarán un buen producto al final del proyecto y así lo hicieron.

Todo marchaba a la perfección pero faltaba una cosa que me pregunté toda la mañana ¿Y la maestra titular? ¿Acaso se habrá tomado el día libre? Seguí con ese dilema por un buen rato y después me fui a desayunar solo, ya que al parecer, de todos mis compañeros era el único que no tenía compañía y me dio tristeza no recibir un mensaje de nadie ni siquiera de mi compadre peluchín.

Fuí a la cafetería y me dijeron que mi desayuno estaba pagado por mi maestra titular, algo que no me sorprendió ya que ella era muy amable y siempre se enojaba si le decía que no. Terminé de desayunar y esperé a que terminara la hora para continuar con la práctica, con la sorpresa de que había reunión de profesores y se iba a demorar un poco. Aburrido pase las dos horas siguientes viendo como los alumnos corrían y jugaban hasta que terminó la junta para dar paso a la última hora del día. La motivación llegó a mí por enésima ocasión ya que a pesar de que existe el mito de que la última hora es la más pesada me tocaba clase con el grupo con el que desearía trabajar toda mi carrera. Casi llegando al salón de clases recibí un mensaje a mi celular de mi maestra diciendo que fuera a la sala de maestros por sus listas y que subiera a dar clases. Obedecí la petición y me dirigí al salón de clases no escuchando alboroto en los pasillos, cosa que se me hizo rara. Toqué la puerta y no me abrieron, volví a tocar y no me abrían, me enoje y pensé en llamar a la prefecta, toque una tercera vez y al momento en que me abrieron todos coreaban las mañanitas y en el escritorio estaba la maestra con un pastel y con unas compañeras practicantes de otra normal con las que había tenido buena relación. Mi mueca no podría ser otra más que la de gratitud y emoción, pensé que podría salir una lágrima pero no señor los hombres no lloran, en realidad fue la mejor experiencia que he tenido dentro de mi carrera docente y quizá algo que me ha inspirado para seguir adelante. Después de eso la maestra me pidió una disculpa por presentarse a esa hora, pero quería que todo fuera una sorpresa que habían preparado ella y mis otras similares que se habían enterado por el bendito facebook. Ese día ya no trabajé mi sesión de clase, solo recogí productos para entregar la calificación final.

José Manuel Pérez Zayas (5to semestre especialidad español-IJTB)


miércoles, 26 de octubre de 2011

Complicaciones técnicas

El trabajo docente es un sensación muy agradable en la que puedes experimentar un sinfín de emociones como temor, ansiedad, miedo, alegría, tristeza, enojo, ya que estar frente a grupo es una responsabilidad muy grande porque tu labor es enseñar y formar a esos jóvenes que están en pleno desarrollo físico e intelectual.

Cabe mencionar que dentro de esta gran experiencia la mayoría de veces surgen algunos contratiempos como son la falta de material, la ausencia de los titulares o bien que se atrasen con los temas y tengas que modificar tu planeación así como también las suspensiones de clases durante tu jornada de prácticas, estos por mencionar algunos problemas que se llegan a presentar.

En lo personal me ha tocado solucionar algunos de estos imprevistos pero en esta ocasión me centrare en aquel punto que menciono de cuando se suspenden clases durante la semana de prácticas.

Hace algunos meces me toco practicar en una escuela secundaria técnica y me correspondía practicar con 1° y 2° grado, desde el principio se me presentaron algunos problemas ya que el cañón no funcionaba y el de la biblioteca estaba ocupado, esto lo tuve que resolver dando la clase en el pizarrón no me fue complicado ya que llevaba preparo el tema, pero eso no fue todo con forme pasaron los días se presentaron algunas actividades que obstruían las clase además de que hubieron suspensiones y una de ella fue porque era el día asignado para el examen de admisión en la escuela secundaria, esto por obvias razones modifico mi plan de trabajo haciéndome cambiar ciertas actividades para poder concluir con el tema y por lo tanto entregar la evaluación a las titulares. Estas son algunas de la situaciones que se te presentan a la hora de ir a practicar es por ello que se debe de tener en mente posibles soluciones en caso de vivir alguna como estas.

Sandy Bello (Docente en formación- Lic. en Educación Secundaria, especialidad español)

Mi escudero

La experiencia que presento en este escrito surgió en una escuela secundaria del sur de la ciudad de Puebla, donde durante la semana de práctica observe la forma de trabajo de los alumnos de primer año recuerdo que el tema a desarrollar era el cuento, como todo profesor observa a los alumnos que mejor se desempeñan en la clase y quienes necesitan apoyo para lograr su interés de aprender, pues bien esto quise lograr con uno de mis alumnos que formaba parte de un grupo de cincuenta y tres alumnos, este joven no realizaba sus trabajos durante mi clase y cuando se trataba de alguna investigación no la llevaba a cabo para entregar, pues bien recuerdo que el día miércoles aplique a los alumnos un examen para reconocer si les había quedado claro el tema del cuento muchos de ellos salieron con buenas calificaciones, solo cinco no obtuvieron un buen promedio en el examen y entre esos jóvenes se encontraba este alumno, pues bien me di la tarea de hacer algo para que el alumno cambiara su actitud y motivarlo para que se desempeñara y mostrara una mejor actitud en clase decidí darle otra oportunidad presentando su examen nuevamente pero antes de que lo hiciera quise hablar con él, saber porque no quería realizar las actividades y prestarme atención cuando se lo pedía no pudo responder a mi pregunta, pero fui comprensiva ya que mi objetivo era lograr un cambio en él, pues realizo el examen el promedio fue más alto aprobó cuando le entregue su examen, el alumno me pidió una disculpa y me dijo:- profesora le prometo que le echare más ganas estos dos últimos días y le presentare mi cuento final conforme a lo que nos explico en clase.

Esto me lleno de satisfacción esperaría hasta el viernes para ver su cuento, su cambio fue muy notable ya que se convirtió en mi escudero y mi apoyo cuando sus compañeros no querían guardar silencio.

Llego el día viernes los alumnos me fueron entregando sus trabajos elaborados y mi alumno me entrego su trabajo como nunca me lo hubiera imaginado logre que este joven mejorara su actitud y desempeñara el aprendizaje que adquirió realmente cuando lo vi reflejado en su trabajo, lo elaboro con gran esfuerzo siendo el mejor de todos.

Jesica Torija Osorio (Docente en formación- Instituto Jaime Torres Bodet)

miércoles, 12 de octubre de 2011

Itziar Monroy Acevedo

NOTA AUTOBIOGRÁFICA
Coordinadora del programa institucional de tutoría en el Benemérito Instituto Normal del Estado.
Mi experiencia docente inicia quizá cuando realicé mi servicio social en la Universidad Autónoma de Tamaulipas, dando clases en el inea. Después al concluir mis estudios de formación docente, di clases en la secundaria federal no. De 2 de Ciudad Madero, Tamaulipas. En esa misma ciudad impartí clases de filosofía y lógica en un bachillerato particular. Cuando cambié de lugar de residencia me incorporé al área jurídica de la SEP del estado de Puebla, estuve en otras áreas de la dependencia. Fue en 2002 que me adscribieron al BINE a la licenciatura en educación secundaria con especialidad en telesecundaria; ahí he impartido varias clases del curriculo, desde primer hasta octavo semestre, cubriendo casi todas las que tienen que ver con acercamiento a la práctica, que no son de asignatura y su enseñanza. Actualmente coordino el programa institucional de seguimiento a egresados.

Y la tutoría… ¿qué es?

Recién me reincorporé a mi centro de trabajo después de haber gozado de una licencia médica por gravidez, llegué con la idea de reanudar con las mismas actividades de docente frente a grupo y asesora de documento recepcional de séptimo y octavo semestres; sin embargo, la vida me llevó por otro camino. Algo me habían hablado de hacerme provisionalmente cargo del Programa Institucional de Seguimiento a Egresados (PISE) del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE), egresados de las cinco licenciaturas que actualmente oferta dicha Escuela Normal, y en el que yo formaba parte de su comité como responsable del Programa Educativo (PE) Licenciatura en Educación Secundaria con Especialidad en Telesecundaria. Por azares del destino la persona encargada del Programa Institucional de Tutoría (PIT), en ese momento dejaba la comisión, lo que representaba un conflicto pues estábamos a meses de culminar nuestro proceso de certificación y el PIT era considerado una acción de mejora; así que me ofrecieron coordinar ambos programas al mismo tiempo; a diferencia de que en el primero sería responsable sólo por tres meses y en el segundo, de manera indefinida.
Mi primer reacción fue casi obligatoria, me pregunté ¿qué es la tutoría?, ¿cuáles serán mis responsabilidades?, sin embargo, no externé mis dudas y ahora entiendo que si lo hubiera hecho muy probablemente no hubiera obtenido una respuesta convincente. Por eso al comenzar a leer el texto de Molina Contreras que comienza diciendo “Desde el surgimiento de la orientación, diversos autores se han encontrado con la dificultad para definirla en función de sus objetivos y campos de acción.”, no puede evitar hacer una analogía con el concepto de tutoría, cuando menos por lo que después de ese día y hasta hoy puedo percibir en el BINE.
Es justo decir que llegué a encontrar un programa institucional desinstitucionalizado y con severas brechas entre las cinco licenciatura. No había claridad en el proyecto pese a que la Secretaría de Educación Pública, organizó un Diplomado a nivel estatal para capacitar a quienes se harían cargo de echar a andar esta “nueva exigencia” nacional e internacional: la tutoría. Tuve poco tiempo para gestionar y nada de éste para planear, había que darle continuidad a lo proyectado desde el ciclo escolar pasado.
Me puse a leer y a estudiar, para cumplir con las demandas inmediatas gestioné conferencias en el DIF, con tópicos como Autoestima, Sentido de vida, Manejo de Sentimientos, Sexualidad, entre otros. Las temáticas las ofrecía el DIF, y al elegirlas recordé que en mi desempeño como docente y asesora había podido detectar que estos temas se presentaban como factores que de una u otra manera ponían en riesgo a nuestros alumnos.
Las críticas no se dejaron esperar y los comentarios eran “¿Qué hace ahora el PIT?”, “Entonces hay que ser psicólogos de los muchachos?”, “La tutoría no es clínica, es pedagógica”. No obstante la tutoría como lo marca la ANUIES, es integral, es decir, se ocupa de todos los ámbitos del ser humano constituyendo una estrategia fundamental que puede ayudar a potenciar la formación integral del alumno, esto desde luego, visto con enfoque humanista. Según ROSAS, DE LA O, SALAS (2007), la función en el rol de comunicador está lejos de ser sólo una relación de consulta clínica, sin embargo, es precisamente este rol el más importante dentro de las funciones que debe atribuirse el orientador o tutor, en el sentido de que como lo señalan más adelante, ROSAS, DE LA O, SALAS (et al), la orientación no existe si no tiene como fundamento a la comunicación.
Lo primero, era reconocer el terreno sobre el que me encontraba. Ahí descubrí que sólo 3 de las 5 responsables de tutoría en cada uno de los PE eran las mismas que arrancaron desde el nacimiento del proyecto. Es pertinente aclarar, que yo tampoco estuve en la capacitación inicial. Una de las restantes había sido Subdirectora General Académica y la otra se encontraba cubriendo un interinato por un año. Lo interesante es que los Directivos debieron haber tomado ese curso de capacitación, ello implicaría que cuando menos todos tuvieran las mismas nociones para poder implementar la tutoría. No obstante, las cosas no sucedieron así, luego entonces cada quien tenía su propio enfoque de lo que debía hacer el PIT.
Cuando empezamos a ejecutar acciones de los temas que resultaron necesarios abordar, a partir del diagnóstico producto de la aplicación de los test respectivos, la descalificación de las conferencias se fundamentaba en comentarios como la tutoría no es terapia o acaso vamos a atender el lado afectivo de los alumnos. Esta situación me llevó a retomar los textos leídos relativos a la tutoría.
Era importante para mí, resolver si mis decisiones estaban bien encaminadas. Tristemente me percaté del amplio desconocimiento de lo que la tutoría representa en el nivel superior, si bien es cierto que dicha estrategia tiene sus inicios en las Universidades e Institutos Tecnológicos; a partir del desplazamiento de las Escuelas Normales en el organigrama del sistema educativo mexicano, del tipo básico al superior; las escuelas formadoras de docentes son consideradas también como Instituciones de Educación Superior. Hecho que definitivamente pone en desventaja a estos planteles en tanto que no cuentan con la misma infraestructura para desarrollarse como cualquier IES. Tal es el caso de la tutoría, pues definitivamente no tendríamos los mismos objetivos o metas.
A qué me refiero con lo que afirmo en las últimas líneas del párrafo anterior. Bien, pues la tutoría busca, entre otras cosas, disminuir el rezago educativo y la deserción escolar, para ello considera primordial encargarse de todos los ámbitos de la vida del estudiante, es decir, no sólo lo cognitivo si no también lo social, lo afectivo e incluso la salud, tal como lo dicen Monescillo, Méndez, Bisquerra (2005) atender en un proceso de ayuda a todas las personas durante toda su vida y en todos las esferas que lo convierte en un ser integral e integrado.
Esta noción de la tutoría no es nueva, desde la década de los setenta aparece ya como la concepción que se tiene de la orientación. Lo anterior llama mucho mi atención, en tanto que, quizá para aquéllos que no somos formados en una Escuela Normal, podría no estar muy claro pero quienes recibieron una educación para ser docentes debían estar familiarizados con este hacer. Contrario a lo esperado, los hechos son que los Directivos se oponen a reconocer que es necesario atacar los problemas socioafectivos, de salud o económicos que pueden convertirse en obstáculos para que los alumnos logren culminar exitosamente su formación profesional.
Martínez (2006), al hablar de la comunidad educativa advierte que las efectivas relaciones dentro de los integrantes de ésta coadyuvan a encaminarla hacia la calidad educativa, objetivo que indudablemente debe ser el principal para toda institución de esta índole. No es posible que los planteles educativos Martínez (2006), sean lugares de aprendizaje y diálogo si se privilegia los resultados cuantitativos obtenidos por los educandos, sin reparar en las condiciones en que estos chicos están subsistiendo en su trayectoria por la IES.
Afirma Martínez (2006),  que concretarse a conseguir elevadas calificaciones por parte de los estudiantes basados únicamente en los contenidos de planes y programas es una perspectiva con enfoque empresarial, preocupada más por maquilar productos que por hacerlo con buena calidad.
Que esta visión sea entendida y atendida por los miembros de mi comunidad escolar es un reto bastante ambicioso, pues es elemental e histórico el funcionamiento y organización de las escuelas normales. Será una tarea colosal, pero fabulosa si tiene resultados positivos, pues dejaremos de ser una institución preocupada sólo por los resultados de CENEVAL, de los exámenes de concurso para la obtención de plaza y más ocupada en potenciar el desarrollo humano de nuestros docentes en formación, con efectos no sólo en su estancia en el BINE sino durante su ejercicio profesional e incluso en otros aspectos de su vida.
Todo este asunto, provoca confusión en mí, pues precisamente son los docentes normalistas o los del perfil psicológico o psicopedagógico quienes ponen más objeción para el desarrollo de la función tutorial. Mi desconcierto, tiene su base en que, desde siempre, el maestro frente a grupo ha tenido varias funciones independientemente de la primordial que es enseñar (cualquiera que sea el enfoque o metodología utilizada). Baste recordar la etiqueta que de apostolado se le otorgaba antaño al maestro rural o urbano. Así, y según los roles otorgados al orientador (ROSAS, DE LA O, SALAS, 2007) podemos encontrar que muchos de ellos son inherentes al ejercicio profesional del docente.
De hecho en la taxonomía que hace Molina (2002), en las diferentes definiciones que plantea, es muy similar a la referida por la ANUIES, pues coincide en puntos fundamentales tales como resolución de problemas personales o sociales, atención a los aspectos de su personalidad, durante todos los niveles educativos.

Lo lamentable es que seguimos avanzando en el programa sin tener objetivos comunes, o lo que es peor, sin tener objetivos claros que permitan producir resultados que impacten en el desempeño académico de nuestros alumnos, resultados medibles tanto cualitativa como cuantitativamente; pues no ha existido un compromiso ni de Directivos ni del resto del personal involucrado, por construir un criterio que ayude a la consolidación del PIT. Por citar un ejemplo sencillo, desde el Programa Anual de Trabajo (PAT) se proyectó que se establecería la tutoría grupal, es decir que cada grupo contaría con un tutor independientemente del número de alumnos que constituyeran su matrícula, no obstante, esto se aplica solamente en dos PE, en otros dos se subdividen los grupos en pequeños grupos y en el restante todos los docentes son tutores del grupo.
Lo relatado en el párrafo anterior da cuenta de la poca importancia que se le concede al PIT, de las disparidades como consecuencia del desconocimiento de lo que es y no es la tutoría, así como del oscurantismo de sus antecedentes desde que fue concebida en los primeros enfoques como una orientación eminentemente profesional hasta la actualidad en que toma un carácter preventivo, integrador, potencializador y detonador en la búsqueda de individuos mejor desarrollador personal, social y profesionalmente.
Erróneamente hemos querido basar todo el funcionamiento del PIT en los resultados del diagnóstico. Los resultados son obtenidos de la aplicación de 4 instrumentos: ficha de identificación, cuestionario de hábitos de estudio, cuestionario de autoconcepto y cuestionario de perfil de ingreso.  Sin embargo en este diagnóstico, y según Cardona, Chiner, Lattur (2006), nos hemos quedado solamente en describir,  clasificar y quizá en explicar el comportamiento de nuestros alumnos una vez ingresados a la institución. Sin embargo, la única predicción que hemos hecho va en función de aquéllos alumnos que se incorporaron por alguna recomendación y que en la mayoría de los casos no tienen vocación para la docencia.
Es decir nos hemos quedado, como se dice coloquialmente, cortos, pues el modelo de tutorías es precisamente preventivo y nuestro diagnóstico debiera ir encaminado a predecir cuando nuestros docentes en formación estarán en riesgo de fracaso escolar, implementando acciones tutoriales que le ayuden a remediar el conflicto ocasionado en cualquier ámbito de su vida. Con ello no quiero decir que nos convertiremos en súper héroes, pues sólo somos docentes y, en algunos casos, tutores. Digo esto sin tono peyorativo, más bien a lo que me refiero es a que debemos reconocer también nuestras limitaciones y actuar dentro de las funciones que en nuestra comisión de tutores se nos atribuyen, recordando humildemente que no somos conocedores de todas las áreas por lo que es prudente canalizar a los tutorados una vez que hayamos detectado que necesario una atención más especializada.
Ahora bien, como segundo paso también nos hemos hecho una valoración mal entendida, pues nuestra supuesta valoración consistía en tomar los datos arrojados por el diagnóstico e interpretar cuáles eran las necesidades de los alumnos. Con esto tal pareciera que nuestro actuar es correcto, pero hay una diferencia radical aunque imperceptible a la vez, pues nos concentramos más en cómo resolverlo que en cómo sucede. Quiero poner un ejemplo al respecto. Al aplicar los test de autoconcepto, podemos detectar baja autoestima, rápidamente implementamos una estrategia para incrementarla, pero no se realizó una entrevista entre tutor y tutorado, para identificar las causas de esa autoestima y atacar el proceso de raíz, esto no quiere decir que el trabajo sea infructuoso, sino lento e impersonal, pues a esta estrategia asistirán todos aquellos estudiantes cuyo resultado del instrumento vierta información en ese sentido.
Tal pareciera que la tutoría es algo sencillo, quizá si lo sea, pero paradójicamente también es algo complicado, pues se ven inmiscuidas las relaciones socioafectivas que pudieran surgir entre tutor y tutorado, que pueden ser positivas o negativas.
El diagnóstico psicopedagógico, persigue tres objetivos según de Bruecker y Bond citados por Cardona, Chiner, Lattur (2006), comprobar el progreso del alumno hacia las metas educativas, identificar los factores de enseñanza aprendizaje que puedan interferir el óptimo desarrollo individual y la adecuación curricular. Éstos de alguna manera son compartidos con la tutoría.
Respecto a la evaluación, creo que es un tema alejado de las atribuciones que como docentes de escuelas de Educación Normal tenemos, pues nuestros planes y programas según lo marca la Ley General de Educación, son atribución exclusiva de la autoridad educativa federal y son de observancia general en toda la república lo que implica que para hacerle modificaciones resulta literalmente imposible, y si a eso le agregamos la falta de creatividad por parte de directivos, supervisores y autoridades educativas estatales que impiden se alteren los programas de estudio en aras de lograr la anhelada certificación y excelencia administrativa, resulta que unos pocos valientes revestimos de adecuación curricular nuestras modificaciones las cuales no aparecen en las planeaciones por obvias razones.
Todo ello convierte no sólo a la tutoría, sino a la enseñanza misma en algo parecido a lo que narra López Quintas (2006), cuando hace la analogía del piano y el sujeto que siente su textura, es entonces como algo fuera del ser que aún no logra fusionarse al ser docente, es decir, a la función que como docentes tutores debiéramos desempeñar y se le sigue viendo como algo ajeno a ello, postura evidentemente equivocada pues insisto que la tutoría es algo que de suyo la docencia implicaba, sólo que ahora es necesario sistematizarla y presentar evidencia. Pero tal parece que eso es lo caótico y lo que más preocupa, aunque en cierta razón comprendo esa postura ya que cada vez nos dedicamos a más y más cuestiones administrativas los maestros y menos a la tarea esencial que es la enseñanza.


REFERENCIAS
Bisquerra, A. Rafael (Coord.) . 2005. Modelo de Orientación e Intervención Psicopedagía. Capítulo II Orígenes y desarrollo de la Orientación. Barcelona.

Boza Carreño, Ángel. De la O Toscano Cruz, María. Salas Tenorio, Manuela (2007), Universidad de Huelva.

Cardona Moltó, Ma. Cristina. Chiner Saenz, Esther. Lattur Devesa, Ana. (2006). Diagnóstico Psicopedagógico. Conceptos Básicos y aplicaciones. San Vicente Alicante.

Denyz Luz Molina Contreras, Concepto de orientación educativa: diversidad y aproximación (2002) Revista Iberoamericana de Educación (ISSN: 1681-5653).

López Quintas, A. 2006. Cómo lograr una formación integral. Madrid, San Pablo

Martínez, Valentín. Pérez, Otero.  2006. Consideraciones pedagógicas sobre la comunidad educativa: el paradigma de la “escuela-educadora”. Revista Complutense de Educación, Vol 17 No. 1.

martes, 11 de octubre de 2011

Pablo Benítez Castillo

Hacia una narrativa…
Pablo Benítez Castillo

Al final del tramo laboral…solo queda a los educadores seguir aprendiendo, reflexionando, analizando nuestras actuaciones, participando de la discusión con la vida, llevando los temas educativos a la balanza de la paz y la justicia, tratando de emigrar las ideas (por años atrapadas) al escenario de las posibilidades.   Así la vida se construye día a día,  como una senda que hay que seguir y que nunca termina…así es la educación; un proceso que se aprende durante toda nuestra existencia, desde el alfa que es nuestra libre decisión (vocación, emulación, historicidad, opción o elección) hasta el omega ( satisfacción personal, desarrollo profesional o identidad constituida por la experiencia) que anuncia el final de un episodio, para dar vuelta a la página de la vida y seguir escribiendo con letras vivas sobre las nuevas vicisitudes y necesidades de la pluma y del portafolio de los maestros.  Hace veintisiete años que la idea de “enseñar” apareció como un aviso clasificado, como una especie de convocatoria, que me alejó del ambiente universitario, así y de manera casi intempestiva llegué al seminario, un lugar que aún recuerdo con cariño, porque ahí y justamente en ese lugar el conocimiento pareció ocupar un lugar privilegiado en las mentes y los corazones de los que creímos revivir los pasillos y la polis antigua, al estilo  de filósofos y de maestros que dominaban el mundo del saber pedagógico. Luego las travesías por las aulas normalistas fortalecieron nuestro saber, la academia empezó a repicar en un tono triunfante, pues las experiencias y los sentidos que los alumnos mostraban catapultaban nuestra sed de saber más acerca de lo que hacemos los maestros en el aula.  La búsqueda de conocer impulsa a los maestros a trabajar en un conocimiento superior; entonces los posgrados en el ámbito de la docencia universitaria hizo un llamado muy fuerte para contribuir en una formación, no menos importante que el resto; se trata de la juventud, un tema vital para experiencia humana, porque significa, no solo etapa etárea, sino transformación, reconstrucción social, valor, dirección, empoderamiento de saberes, crecimiento y un asumir adulto…por lo tanto es ahí donde ese largo recorrer en la formación, cobra sentido para nuestras vidas, cuando existe una última razón para tomar la pluma y escribir la historia, es culminar con un pre-texto que hable por sí mismo, que refleje todas las convicciones que fuimos capaz de constituir, bajo un código de ética que certifique nuestros aprendizajes finales. Un amigo que tiene que ver mucho con la cultura me ha dicho que un maestro debe concluir su vida profesional escribiendo un libro, por esa razón, este puede ser el comienzo de una apasionante y rica travesía por el mundo de las experiencias y los recuerdos.

Taller del 5.10.2011

José Adrián Martínez Galeote

De la utopía a la  creatividad
Mtro. José Adrián Martínez Galeote
Una tarde del mes de marzo del año dos mil diez, en la que me encontraba descansando en mi casa después de una jornada de trabajo en el “Instituto Jaime Torres Bodet”, de Cuautlancingo, Puebla, en donde actualmente me desempeño como docente, sentí la necesidad de diseñar un proyecto para la escuela donde trabajo, el cual nos permitiera a todos los profesores y estudiantes escribir y compartir nuestras experiencias docentes, que dejaran ver las propuestas de innovación que algunos profesores elaboran y experimentan con sus estudiantes, las anécdotas del quehacer docente que día a día le dan sentido al trabajo a través de la relación interpersonal con los demás, de los ideales, sueños y realidades que sustentan e impulsan la práctica docente, motivando cada día a sus protagonistas y que fuera motivo para investigar, leer, escribir y compartir mediante el trabajo colaborativo. Entonces decidí escoger algunos libros que tengo en mi casa, para conocer las experiencias que han tenido los profesores de otras instituciones en relación a la escritura, y al estar leyendo algunos párrafos, encontré similitud entre las experiencias narradas en los libros y las experiencias docentes que he vivido cada día en mi centro de trabajo, me llamó mucho la atención el libro de mi primera experiencia docente, de la Escuela Normal de Zacatecas, la Escuela que hicimos entre todos de una institución de Argentina y algunos libros de la Universidad Pedagógica Nacional, que comparten proyectos de innovación y que por cierto, es la Escuela en la que me formé como Licenciado en Educación, y; que tanto admiro por su Proyecto Educativo y la calidad de sus guías de estudio y  antologías, así como por el impacto que ha tenido en mi formación docente y específicamente porque me ha ayudado a  impulsar los esfuerzos que realizo cuando diseño y desarrollo proyectos de innovación.
Después de soñar e imaginar algunas ideas sobre mi propuesta y representarlas en mi mente, hasta el grado de verlas consolidadas, desperté de mi sueño y me decidí a escribir y darle una primera representación mediante un borrador que hice en hojas blancas de reúso, recuerdo que como siempre lo hago, escribí algunos conceptos y a través de círculos, cuadros, rectángulos, líneas y flechas, organicé en dos ó tres páginas todo el proyecto, de tal manera que en ese momento me invadió una gran emoción de tener la libertad y el derecho de hacer propuestas para mejorar las cosas. Recuerdo que me pasé algunas horas cerca de la mesa de mi cocina, sin querer atender otras cosas importantes de mi vida y en particular de mi familia, tal vez jugar con mis hijos, platicar con mi esposa, hacer algún arreglo a la casa o terminar una tarea pendiente; en ese momento dentro de mí había una gran motivación y una idea cuya fuerza era superior a cualquier otro asunto que debiera ser resuelto. Creo que el deseo de darle vida a la idea que se convirtió en un Proyecto para la publicación del libro institucional, fue tan intenso, que funcionó como cualquier necesidad básica, apareció como un impulso y motivación que me hizo creer que algo hacía falta en la escuela y que yo era el indicado para llevarlo a cabo, primero, teniendo la idea y luego pasar a la elaboración de un plan, que guiara el desarrollo del proyecto, porque pensaba que tenía que seguir siendo una persona entusiasta e innovadora como siempre me  habían conocido en la institución; creo que en ese momento mi mente y mi alma tenían hambre y sed de creación para reafirmar su valor y encontrar algo más que me ayudara a trascender. Cuando me di cuenta ya tenía muchas ideas sobre el papel, como la de presentarle el proyecto al director, porque además de ser la máxima autoridad de la institución y uno de los que podrían autorizarlo – digo uno, porque no acostumbra imponer su voluntad a los demás, le gusta presentar las propuestas a la comunidad escolar para que den sus opiniones y la enriquezcan con sus propuestas- otra idea que me surgió al inicio fue la de decirle al director en el oficio de solicitud y propuesta, que le solicitaba la autorización y el apoyo para  redactar con la colaboración de directivos, maestros, estudiantes, personal de asistencia y servicio a la educación, de padres de familia, autoridades civiles y demás personas de la comunidad, un libro, acerca de la síntesis de la obra educativa y las experiencias vividas en el “Instituto Jaime Torres Bodet”, durante el curso escolar 2009-2010, y con prospectiva al futuro. Me acuerdo que en el documento que le entregué le propuse algunos nombres del libro, consciente de que el título se iba a decidir de otra manera, sin embargo; lo que yo quería es que se emocionaran al ver los títulos posibles del libro y esta idea generara la necesidad de que propusieran otros nombres y que la emoción aumentara al ver que el libro ya tenía un nombre; entonces les propuse que el libro institucional llevara alguno de los siguientes nombres: “biografía escolar”, “álbum de una familia educativa”, “crónica del acontecer cotidiano de la escuela”, “trazos y líneas coloridas de la experiencia  escolar”, “momentos educativos” y “portafolio institucional”. Hago un paréntesis para expresar que lo que estaba ocurriendo con mis ideas y el papel, se realizaba en un marco familiar y del hogar en el que mi esposa y mis hijos fueron determinantes para que yo lograra escribir, mientras ellos compartían en determinado momento sus ideas, cuando yo les platicaba acerca del proyecto y ellos me hacían comentarios, dejándome después en libertad y tranquilidad para seguir escribiendo, sin molestarme o pedirme que los atendiera. Lo anterior me hace pensar que el apoyo de una familia en el desarrollo profesional es muy importante y que los proyectos personales también se pueden compartir con sus miembros y ellos sabrán hacer sus comentarios y dar muestras de afecto y aceptación ante la necesidad que tenemos de crecer como personas y como profesionales.
Reconozco que cuando escribía acerca del Proyecto para la publicación del libro institucional me sentía más importante de lo que soy, pensaba en ese momento que yo tenía mucha razón en lo que estaba proponiendo y que podría ayudar a la institución, para que todos hiciéramos investigación y nos atreviéramos a publicar nuestras experiencias de innovación y de nuestra labor docente. Sin embargo había momentos de gran duda, por mi mente pasaban las ideas de que lo que estaba proponiendo no tendría frutos, que no sería aceptado por todos mis compañeros y que podrían enojarse por llevarles más trabajo. De repente me sentía cansado y quería abandonar mi sueño. Me levantaba de la silla y salía a caminar por la calle para relajarme, poner en orden mis ideas y descansar un poco. Cuando regresaba a casa, continuaba escribiendo y a pesar de que ya era de noche, yo no quería abandonar el proyecto y pensaba que tenía que  terminar la propuesta lo más pronto posible y entregársela al Director. Procedí a redactarle los propósitos al proyecto, entonces consideré necesario que el libro que se iba a publicar sirviera como referente constante de los argumentos sostenidos y hechos sobre el servicio educativo, logrando que las experiencia educativas relatadas, fueran más allá de una crónica de hechos sucedidos en un contexto determinado, ya que implican algo más que “transmitir una experiencia”, permiten inferir concepciones teóricas, posturas ideológicas y opciones axiológicas. De pronto me vi en la necesidad de suspender mi trabajo con el proyecto, ante la solicitud que me hizo mi esposa de ir a comprar dos garrafones de agua, lo cual aproveché para llevar a mi hijo Adrián de casi dos años, a los columpios y la resbaladilla, que se encuentran a escasos cien metros de mi casa, aunque el cambio de actividad vino a “interrumpir” mi trabajo, considero que es inevitable y gratificante, realizar el trabajo académico y colaborar en los quehaceres del hogar, apoyar a la familia en lo necesario y dedicar tiempo para jugar y conversar con los hijos, y es que es casi imposible separar ambas cosas.
Después de atender algunos compromisos familiares, continué con la redacción de los propósitos del proyecto y decidí que el libro que se iba a publicar tendría que ayudar a reconocer la función social de la escuela, en cuanto a sus implicaciones educativas, que justifican la renovación del Modelo Educativo y la resignificación de las prácticas docentes. Sin duda alguna, representaría un espacio para compartir los emocionados recuerdos de sus protagonistas, acerca de la filosofía de trabajo y de las concepciones teóricas que animaron el proyecto. Seguramente se habría de propiciar  a través del texto la posibilidad de múltiples lecturas: del saber pensar al saber decir, en la que el lector pudiera constatar la congruencia entre los ideales educativos y la obra que se relata, de la teoría a la práctica, en la cual, a partir de las experiencias educativas, el lector pudiera constatar las innovaciones realizadas; del saber hacer a saber ser, en la que a partir de la lectura de las experiencias, el lector pudiera preguntarse acerca de la formación y práctica de las actitudes, valores y motivaciones; de la práctica a la teoría, en la que el lector pudiera reconocer el marco conceptual y de significación del quehacer institucional  y del saber actuar al saber escribir, en la que el escritor diera cuenta del trabajo realizado, con la posibilidad de que el lector se apropiara de las ideas que le parecieran importantes para contextualizarlas e incorporarlas a su realidad cotidiana. Confieso que el diseño del proyecto tan sólo en borrador no fue cosa fácil y rápida, de pronto sentí ansiedad y coraje de que no lograra terminar el trabajo en el tiempo que yo quería, el cuál era de uno o dos días, así me pasé trabajando casi un mes, tiempo en el que escribí y corregí más de diez veces lo mismo, además de que cumplía con otras cosas y me la pasaba leyendo diferentes libros, que no tenían nada que ver con el proyecto, más que el hábito y el gusto que tanto siento por la lectura, como una necesidad y parte muy importante de mi vida, porque interactúo con el autor y cada vez que leo algo pasa por mi mente, ya que la lectura me remite a otros hechos y lugares, me sugiere cosas, me gusta y me disgusta, me da la oportunidad de hacer mis propias interpretaciones, de valorar y manifestar mis impresiones, de asociar la lectura con otros asuntos de mi vida personal, profesional, familiar y social; porque cuando leo me atrevo a debatir al autor, a manifestar mi acuerdo y desacuerdo con sus ideas, tratando de argumentar mis opiniones, puedo argumentar mi postura personal respecto del texto, establecer la relación entre la lectura y la realidad y generar propuestas de aplicación práctica. Por ello no podía avanzar en el proyecto, porque a veces era más fuerte el gusto por leer que por escribir, al fin y al cabo entendí que son dos caras de la misma moneda. Cada vez que escribía algo sobre el proyecto para la publicación del libro, pensaba que ayudaría a promover la reflexión sobre el pasado, presente y futuro de la institución, para orientar el rumbo hacia una institución de educación superior de calidad. Me sentía satisfecho de lo que estaba haciendo, porque seguramente a través del libro, los demás podrían reconocer el trabajo, esfuerzo e innovación, de todos los agentes educativos, en la formación de las generaciones de licenciados en educación secundaria; creo que ya estaba exagerando y lo que escribía sonaba como a discurso político- pedagógico, y aunque la espalda ya me dolía y sentía que me quemaba por el tiempo que llevaba trabajando con el proyecto, consideré que no era necesario maltratarse para lograr algo, aunque de pronto pensé; ¿Y entonces las cosas que valen la pena, cuánto tiempo requieren para sus elaboración?; me aguanté el dolor y continué con mi trabajo, porque la emoción y el placer eran enormes, y se sostenían por mi vocación y la seguridad de que ello traería beneficios y satisfacciones también a otras personas.
Recuerdo que cuando escribí acerca de la temática que se podría abordar en el libro, me extendí mucho, porque abarqué todo lo que se realiza en la institución y lo clasifiqué, entonces; me di cuenta que era demasiado y me acordé de un maestro que tuve en el pasado, con el que casi nunca me entendí, ya que cuando revisaba mis diseños, me decía que yo escribo y abarco mucho, que tengo que delimitar al máximo mis ideas, y lo peor, que tenía que cambiarlas. Me acuerdo que yo no estaba conforme con lo que me decía, porque le dije que un asesor tiene que respetar las ideas originales del autor, que si él quería escribir sobre otro tema, que lo hiciera él mismo, en su tiempo y espacio, y que no me pidiera que renunciara a mis propuestas. Creo que en cuanto a delimitar el escrito, tiene razón, cuidando que no se pierdan las ideas importantes, y es que tal vez es mi estilo y mi necesidad de escribir mucho y a veces de manera detallada, ¿Será porque casi nunca había escrito algo propio, con gusto y creatividad? Durante casi toda mi formación escolar me la pasé copiando planas, haciendo dictados, repitiendo palabras y frases, siguiendo instrucciones y ejecutando órdenes de los profesores, que me pedían leer y escribir sobre algo que muchas veces no me gustaba y lo más grave fueron las innumerables veces que leía para memorizar y repetir la información o contestar un examen oral o escrito, de algo que no comprendía y que al siguiente día ya se me había olvidado.
No importa si me extiendo, esta es la oportunidad de externar que me preocupaba el hecho de haber recordado a ese profesor que “de buena fe me criticaba” y yo no sé ahora si él tenía razón, ¿Usted qué piensa? De todos modos decidí incluir en el temario del proyecto para la publicación del libro institucional, aspectos como: bueno, primero que llevara un índice, luego un prólogo, una introducción o presentación, que dijera quiénes somos los que publicamos y los que trabajamos en esa institución, y doce capítulos más, qué barbaridad, esto parecía una colección de varios libros, seguramente sería muy criticada mi propuesta, inclusive descabellada, como siempre han pensado acerca de lo que propongo y realizo como docente, me hice dudar a mí mismo, ya estaba cansado de soñar, dejaba otras cosas igual de importantes en mi vida por continuar con el proyecto, sabedor que no ganaría un peso más por mi esfuerzo, de pronto me daba cuenta cómo me miraba mi esposa y mi hijo de dieciséis años, yo estaba como “loco” escribiendo, sin importarme la realidad de ese momento; y es que yo creo que ya es una forma de pensar, de ser y de actuar, que me llena y da sentido a mi vida, y para mantenerme fuerte frente a mis dudas, recurría a la lectura emergente de los libros: “El espíritu creativo” de Daniel Goleman,  “Pensar en grande” de David J. Schwartz, “Diccionario de escritores hispanoamericanos” de Larousse y el libro titulado “Chomsky”, tal vez lo hacía para reencontrarme con un escritor que me diera ánimo, fortaleza y me motivara a través de sus ideas, o que me sirviera de ejemplo para tratar de imitarlo desarrollando mis habilidades de escritor; no sé exactamente qué pasaba en mi mete cuando leía esos libros en especial, sin embargo; hay algo común en ellos, los cuatro libros presentan grandes ideas, sueños y utopías, invitaciones a ser mejor, a crecer y crear, a creer que las grandes ideas se pueden volver realidad, a no tirar los sueños a la basura, y es que cuando no podemos avanzar, tenemos que guardarlos un tiempo, y; cuando existan las condiciones favorables para su realización, tenemos que continuar trabajando con ellos hasta hacerlos realidad. Y porque me sentía más seguro cuando otros personajes importantes lo decían, porque alguien tenía que inyectarme fe y esperanza, en esos momentos de soledad e incertidumbre que se presentan algunas veces cuando creamos un texto y un proyecto. En fin, después de un mes, el proyecto estaba terminado y procedí a elaborar la propuesta y solicitud por escrito, para entregárselo al director de la escuela y proponerle que se llevara a cabo en la institución. Yo ya quería que fuera mañana, para llegar a la escuela y entregar el documento, me sentí emocionado y satisfecho por haber diseñado el proyecto, llegó el momento en que me presenté a la dirección, pedí hablar con el director y me autorizaron la entrada a su oficina-cosa que no es difícil en esa escuela, ya que siempre nos atiende rápido y con mucha amabilidad- después de saludarnos y entregarle la solicitud y la propuesta, me sentí emocionado y tranquilo, diciendo en mi mente, yo ya cumplí, sin embargo sabía que faltaba desarrollar el proyecto y veía venir mucho trabajo. El director acogió con agrado la idea y se expresó de maravilla del proyecto; pronto me sentí “grande” e importante, y, no “cabía en la oficina”, aunque de repente me acordaba de todo lo que nos esperaba, por fin salí de la oficina y me dirigí a continuar con mi trabajo en la institución.  Después de pocos días, el director me llamó a su oficina y me manifestó la importancia y la grandeza del proyecto, diciéndome que me daría un oficio de comisión para dirigirlo; me sentí muy contento y satisfecho, a la vez que tenía cierta inseguridad y de pronto dudaba de mi capacidad para tener éxito, sin embargo; allí me comprometí a diseñar una convocatoria para invitar a toda la comunidad educativa a presentar propuestas para la portada y el título del libro y entregarnos sus artículos.
Pasados algunos días, acordamos el director y yo, presentarles el proyecto, primero, a los docentes y después a los estudiantes, para lo cual “me entraron los nervios” y me apresuré a elaborar una presentación en power point. Regresé a casa y -algunas veces en la escuela- me pasé varias horas haciendo la presentación, en esos momentos pensaba que el proyecto estaba cobrando vida, aunque también me hacía pensar que podría fracasar y que implicaba mucho esfuerzo, aunque me considero una persona de trabajo, siempre me asaltan los miedos y las dudas, quizá porque es mejor vivir en el pasado, en el confort y la seguridad que nos da lo conocido y rutinario, o porque ya tenemos una organización de nuestro tiempo y trabajo, o porque nuestros paradigmas son tan arraigados que no nos damos cuenta que podemos hacer las cosas de manera diferente; pues a pesar de la incertidumbre y a veces el dolor que provoca la innovación, continué trabajando con el proyecto, hasta terminar la presentación.
Llegó el momento esperado y realicé la presentación ante todos los docentes de la escuela, me acuerdo que el director me anunció con una gran emoción, porque él sabía de la magnitud del proyecto y lo estaba apoyando. No hubo protestas o manifestaciones abiertas de desacuerdo, sentí que lo aceptaron y salimos satisfechos el director y yo. Pasó algún tiempo y repetí la presentación, esta vez, en el auditorio de la presidencia municipal de Cuautlancingo, ya que es el lugar que tiene más espacio y siempre están dispuestos a prestarlo para nuestras presentaciones. El siete de julio de dos mil diez, terminé el plan de trabajo para la implementación del proyecto y lo entregué a la dirección, para entonces ya había elaborado la solicitud con la propuesta breve, la convocatoria, la presentación y el plan de trabajo; y ¿qué creen?, ya habían pasado varios meses de que los profesores y estudiantes conocían el proyecto y nadie me había entregado su artículo. Cuando coincidíamos en algún punto de encuentro dentro y fuera de la escuela, me decían que ya estaban redactando su artículo y que después me lo entregarían, otros profesores me comentaban que ya lo tenían y sólo les faltaba revisarlo y corregirlo, algunos docentes me expresaban que tenían demasiado trabajo y no podrían entregarme su artículo; con los estudiantes pasaba algo peor, cuando los veía ni siquiera hablaban del proyecto y no me prometían darme su artículo. El primero en entregar su artículo fue el director, recuerdo que lo tituló: ¿En qué  reflexionas maestro?, después de que recibí su artículo, les platiqué a los demás maestros, para que ellos también se animaran a escribir y enviarme su artículo. El escenario era desolador y yo me sentía bastante decepcionado porque no estaba obteniendo resultados con el proyecto, y es que a veces le damos tanta importancia a los resultados, que nos olvidamos que lo más importante es el proceso y el beneficio de aprendizaje que éste conlleva. Ya había pasado un año y sólo tenía pocos artículos, entre ellos los que me dieron mis compañeros de la academia de biología y los que redacté, que por cierto quiero compartirles mis títulos, ya que como siempre, cuando hacemos propuestas nos sentimos muy satisfechos de ellas. Escribí los siguientes cuatro artículos: “Desarrollo de competencias investigativas de la práctica docente: hacia la construcción de un proyecto curricular del centro”, “El debate educativo: ¿Una práctica permanente de los mexicanos?, “Ficha argumentativa” y “Diseño curricular en la docencia”.
Decidí hablar urgentemente con el director para informarle que no me querían entregar su artículo, me atendió en su oficina y se comprometió a platicar personalmente con cada profesor para decirles que escribir es un derecho y una oportunidad y hablarles de los beneficios que tiene en su formación y desarrollo de competencias comunicativas. Además acordamos invitar durante la ceremonia y a través de una circular a toda la comunidad escolar, a que escribieran su artículo y lo entregaran lo más pronto posible a la comisión encargada del proyecto. Algunos profesores estuvieron en contra del proyecto, me lo decían personalmente, criticando incluso a los que ya habían entregado su artículo, manifestaban que era inventado o copiado, ya que nunca habían visto a ese profesor o profesora trabajar sobre el tema que estaba abordando en su artículo; algunos docentes criticaban los títulos, me reclamaban que por mi culpa estaban trabajando más o quedando mal con el proyecto y en el peor de los casos hubo quien se enojó porque el director habló con él.
Algunos estudiantes comenzaron a entregar propuestas para la portada y título del libro, ya contaba  con diez portadas y varios artículos. A pesar de que había pasado más de un año y todavía no tenía suficientes artículos para publicar el libro, fue necesario de mi parte mostrar mucha comprensión y paciencia, así como ofrecerles ayuda en lo que fuera necesario. Hubo algunos conflictos  entre varios  escritores, así como críticas muy severas por el contenido de sus artículos, que dos de ellos decidieron retirar cinco artículos, a pesar de que tratamos de convencerlos de que los publicaran, argumentaron que eran ponencias que todavía no presentaban en los congresos y que además no estaban suficientemente bien elaboradas.
Finalmente logramos avances muy significativos en el proyecto para la publicación del libro institucional y para octubre de dos mil once ya contamos con treinta y dos artículos de los cuales dos son del director, uno del subdirector administrativo, uno de dos regidores de la presidencia municipal de Cuautlancingo, seis de estudiantes, dieciocho de profesores, uno de siete docentes de la academia de biología y tres de profesores y estudiantes juntos como coautores. Sin embargo fueron muy pocos ya que en la institución existen cuarenta y seis docentes y cuatrocientos veinte seis estudiantes.
Ahora faltan muchas cosas por hacer, ya que los artículos pasarán por un proceso de revisión y corrección, publicación, difusión del libro, presentación y utilización.
Son cerca de cuatrocientas páginas, y yo he estado tan ocupado con otras comisiones y asignaturas, que no me es posible revisar, además de que se requiere el apoyo de una persona más experimentada y preparada para que revise los artículos y se le den a conocer a los autores las observaciones y sugerencias para que los corrijan. El director solicitó el apoyo de una persona para que los revise, ya le entregamos veintidós artículos y todavía no termina de revisarlos, yo me encuentro algo preocupado, aunque satisfecho por los avances. Tuve que respaldar los artículos y las portadas en varias computadoras, USB y discos, para evitar que se pierdan. Varias veces he soñado que se pierden todos los artículos. La SEP ya tiene los artículos en borrador y se les presentó el proyecto, considero que les pareció bien y además nos hicieron comentarios positivos y alentadores. El director ya quiere que se elabore una solicitud al Secretario de Educación Pública del Estado de Puebla, para pedirle su apoyo, con el fin de que publiquen quinientos ejemplares, realizando ellos los gastos de publicación, ya que nuestra escuela no tiene suficientes recursos. Esperamos concluir este proyecto en febrero de dos mil doce, debido a que la falta de cultura de la escritura en la institución y la cantidad de actividades que realizamos nos impiden avanzar, es quizás también la poca importancia que le damos a la escritura y a la publicación, lo que nos afecta. Esta experiencia nos está ayudando a tomar conciencia de la importancia que representa para cada uno de nosotros la escritura, así como de identificar el nivel que tenemos como escritores, la cultura, la experiencia y las competencias que poseen cada uno de los docentes y además nos ayuda reflexionar porqué nos tardamos tanto en decidirnos a escribir y por qué los demás no se atrevieron a hacerlo.

Taller del 5.10.2011