El tiempo pasa rápido, pues ha transcurrido un año de que tuve mi primera aparición frente al grupo, una experiencia definitivamente satisfactoria pero que en su momento implico una serie de sentimientos difíciles de controlar, los nervios estuvieron intensos durante la semana a la espera de que el tan anhelado día llegara.
Por fin llego el miércoles, me arme de valor y procure controlar ese nerviosismo rico pero que no dejaba de hacerme titubear por momentos, segura de mi me presente ante el grupo y para mi sorpresa por motivo de un desfile mis alumnos se tuvieron que ir a su ensayo por lo que solo trabaje con ocho alumnos, no puedo negar que sentí un gran alivio al principio, estaba mas que segura de que facilitaría mi clase, si embargo después sentí frustración pues no podría probarme que tan eficiente seria mi trabajo. Deje a un lado todos esos pensamientos y me dedique a dar mi clase procurando adecuar mis actividades, todo salía bien poco a poco me fui acoplando a los alumnos, admirándome de su participación, colaboración y entusiasmo comencé a sentir un ambiente de confianza, hasta que un alumno menciono “Maestra, esta nerviosa”, fue un momento de tensión pero me calme y respondí con un “no”, aunque dudo que me haya creído, pues mi cara decía otra cosa, sin embargo no deje que desalentara mi trabajo, el tiempo se paso rápido y cuando lo note mi tiempo había terminado.
Definitivamente esta experiencia fue grata quede muy satisfecha con mi trabajo, mis alumnos fueron quienes hicieron de esto algo inolvidable pues sin su apoyo esto n o hubiera sido posible.
Virginia Chávez Contreras (Especialidad en español- estudiante de 5to. semestre)
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