jueves, 27 de octubre de 2011

Iniciación a la docencia

En las cinco jornadas realizadas por la materia de Observación y Práctica Docente, tuve la oportunidad en trabajar con tres secundarias.

En la que me involucre mas fue en una de ellas, en la cual los adolescentes y titulares apoyaron en todo momento sin objeción alguna, los niños tenían confianza e interés a pesar de tener un grupo inquieto en todas las clases. Cabe decir que estuve tres jornadas de práctica en la escuela, fueron los de segundo año quienes se implicaron en la forma de trabajo que realicé.

Al inicio no me conocían del todo bien pero al paso de tres días tomaron la seguridad de acercarse a mí. En la primera jornada, al inicio de los días ellos se mostraban serios y quietos como unos angelitos, de hecho yo me encontraba enfermo por lo que también no realizaban tanto escándalo, poco a poco suscitaron sus burlas y preguntas en cualquier cosa de la clase.

Su calificación de semana se vio reflejada en su actitud en la clase. Sin embargo la siguiente jornada de práctica, ellos iniciaron a participar y decir sus dudas, me sorprendió que el grupo conformado por cincuenta y tres alumnos se organizaran para hacer la obra de teatro presentándoles el guion conformado por los actos y escenas; cabe mencionar que se emocionaron que competirían con el otro segundo, digamos su archirrival, en esa semana se vio lo que fue “El guión teatral”, ellos se organizaron un día antes de la presentación de la obra diciéndome que corrieron al otro grupo por qué no hacían nada ellos si practicaron y se organizaron para el vestuario, escenario y staff, como también fue la participación constante en la actuación de un alumno en la que siempre preguntaba sin razón y no realizaba tarea, comprendió que no es fácil hacer comprender a los alumnos porque es importante estudiar, con gran utilidad motivo a sus demás compañeros a su actuación en la obra.

También me encontré casos en la que una alumna pasaba por momentos difíciles en su familia y la afectaba en su persona, me di a la tarea de orientarla y hacerla comprender de lo que estaba pasando no es por su culpa, animándola a seguir estudiando y que contaba con un amigo, siendo fuera lo académico le brinde el apoyo que ella requería en esos momentos.

Lisandro Gil Merino (Estudiante de la Licenciatura en educación secundaria-IJTB)

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